Arnoldi Sofia, Yaya Yamina.
Comisión: Turno mañana.
Hoy en día, los medios de conocimiento que vamos adquiriendo en nuestra vida cotidiana, reflejan lo que hace más de 50 años escribía McLuhan y que muchos descalificaban. McLuhan nos hace ver cómo, mediante los diversos lenguajes que existen, podemos obtener saberes en diversos niveles del ambiente en el que estamos inmersos.
Todo ello sucede en un momento determinado, definido como la Era Electrónica; un ambiente nuevo que nosotros mismos construimos y donde somos participes de lo que sucede día a día con los avances tecnológicos, las nuevas culturas cognitivas, los lenguajes. En esta era, nos mantenemos en equilibrio gracias a nuestros sentidos (oído, tacto, olfato, gusto y vista) con los cuales podemos apreciar las tecnologías que, en un primer momento fueron la televisión, el teléfono, el telégrafo y la radio. McLuhan nos hace entender que debemos sobrevivir a los medios, no dejarnos avasallar por ellos: “si queremos salvarnos de morir ahogados por los medios que nosotros mismos hemos creado, primero debemos observarlos y luego entenderlos”. (McLuhan 1969)
Tal reconocimiento nos hace pensar en cómo nos fastidiamos cuando no sabemos “manejar” ciertas tecnologías porque son más que modernas. No hay últimas tecnologías, ya que al momento en que adquirimos una, se estrena en el mercado otra con mayor cantidad de novedades por investigar, observar y entender. Nuestras generaciones anteriores operaban de forma tribal, formaban parte de otra era, comunicándose entre sí mediante la palabra hablada, oyendo a otras gentes. Hoy, en el siglo XXI, no hay distancias que inhiban la comunicación.
Todos los artefactos del hombre son lenguajes o leyes, ideas e hipótesis, herramientas, ropas o computadoras son extensiones del cuerpo humano o de la mente. Por eso, McLuhan dice que “los medios son extensiones del hombre”, están en nosotros todo el tiempo y ya somos dependientes de ellos. Pero también es importante tener en cuenta, que no sólo caracteriza como “medios” a las tecnologías, sino a todo lo que formamos y lo que luego nos forma a nosotros. Con ello, no queremos decir que la postura de él sea incorrecta ni mucho menos, sólo que aprendimos un concepto muy diferente con respecto a los medios y nos cuesta comprender que una “zapatilla” sea caracterizada como un medio.“Hoy el hombre ha desarrollado extensiones prácticamente para todo lo que solía hacer con su cuerpo. La ropa y la casa son extensiones de los mecanismos de control biológico de temperatura humanos, los muebles ocupan el lugar de acurrucarse o sentarse en el suelo, la tv –teléfono que transmite la voz a través del tiempo y del espacio son ejemplos de extensiones materiales”. (McLuhan, Ibídem) Esta revolución que causan las nuevas tecnologías, nos lleva a una distinción que el propio McLuhan realizó: medios fríos y medios calientes. Esta clasificación tiene que ver con la participación o no de los sujetos a quienes van dirigidos, del espectador. Según McLuhan, el hombre visual o condicionado por la imprenta, es individualista, más frío; en cambio, el ser auditivo no es tan individualista, es mucho más apto para la captación estructural, base de la computadora. Los calientes ofrecen los mensajes cerrados, plenos de información, como la fotografía, el cine y la radio. Los fríos, en cambio, obligan a la participación sensorial y estimulan la actividad mental del espectador (teléfono, televisor, comics). “Los medios cálidos se caracterizan por ampliar o prolongar “un solo sentido” en una “alta definición” posicionando a un usuario con una baja implicación perceptiva. Por su parte, los medios fríos permiten, al contrario, por su propia naturaleza incompleta, una alta participación cognitiva y perceptiva mediante la cual el público “rellena” el mensaje”. (Valdettaro 2011: 15)
Vivimos en una ALDEA GLOBAL donde nos conectamos los unos con los otros, donde todos sabemos de todos, donde ya no existe ni se respeta la privacidad. Un lugar de hiperconexión que, si bien es útil y beneficioso para muchos (ya sea empresarios que están observando minuto a minuto la cotización del dólar, o el rating de su programa), no nos deja mostrarnos tal cual somos.Es el caso de las redes sociales donde, “el individuo está ligado a una máscara, con la cual se encubre y al mismo tiempo rebela, proyectando diferentes identificaciones” (Drenkard 2011). ¿Cómo quiero que me vean los otros? Esa máscara oculta nuestras personalidades todo el tiempo, tenemos miedo al “qué dirán” o somos inseguros, pero, en fin, eso es lo que causan las redes sociales actuales, tales como Facebook, Twitter, entre otras. Este punto es inevitable relacionarlo con Walter Benjamin: ya no nos vemos reflejados, dejamos ir nuestra aura, mostramos nuestra otra cara, es decir, ese “valor auratico“como retrato del individuo se volvería obsoleto, por ej.: retrato pintado a diferencia de la fotografía. En la realidad se toma la foto del DNI como institucionalizada, la cual caduca porque las personas no la utilizan como foto de perfil, eligen cualquier otra imagen. Hay una composición para ver cómo nos mostramos frente a los otros, a lo que se le denomina “FORMAS IDENTITARIAS“.
Nuestra intimidad pasa a ser “intimidad para todos” ya que con sólo poner un emoticón o una frase, todos los “amigos” (que así se dicen llamar) dan cuenta del estado de ánimo en que nos encontramos. En cuanto a los cambios de estados, estos revelan el modo de ser y el modo de estar de la persona, LA INTIMIDAD se transforma en publicidad. En conclusión: “lo más importante es estar conectados todo el tiempo” (Drenkard, Ibídem)
“Hay un hombre nuevo que gracias a la tecnología, produce un hombre conectado. Ya no hablamos de personas sino de usuarios” (Luca 2011). Muchas veces nos ponemos a pensar en que el grado de conexión es tan grande, infinito, que perdemos noción de la cantidad de personas que nos “conocen”. Vivimos conectados con extraños, con amigos, conocidos, con noticias de último minuto, con videos de cualquier índole, con libros, películas, música, en fin, con todo. Hay una trasformación de espacio y tiempo, donde las realidades se pierden; podemos estar comunicándonos con sujetos de otro continente en distintas horas y lugares a nivel mundial.
“La conectividad es un estado humano, una conexión instantánea. La televisión y la computadora se ajustan a nuestro actual sistema de medios como YouTube, Facebook; son espacios de interacción, participación y construcción. Apropiación que tiene el sujeto con la tecnología” (Maestri 2011) Y esa conectividad sólo es posible a través de los medios, por eso para McLuhan “EL MEDIO ES EL MENSAJE”, donde lo importante no es el contenido sino la forma. Esta afirmación tiene sus controversias, ya que a nivel científico y epistemológico, forma y contenido van juntos, dependen entre sí. Como McLuhan no hace un estudio específico de audiencia, sino que se interesa por todos los medios, lo realmente sustancial para él es la forma en que nos conectamos. Estudia lo que se genera por parte de los medios, ya seamos sujetos incultos, confundidos, sujetos que, a partir de esa conexión, alcanzamos conocimientos que superan a los que poseemos y que nos permiten adaptarnos a esta “aldea” que nos manipula inconscientemente y que, queramos o no, no podemos escapar.
“Lo que sucede en la actualidad es que los cambios se producen tan rápidamente que el espejo retrovisor ya no funciona: a velocidades supersónicas, los espejos retrovisores no sirven de mucho. Se debe tener la forma de anticipar el futuro. La humanidad ya no puede debido a su miedo a lo desconocido, gastar tanta energía en traducir todo lo nuevo en algo viejo sino que debe hacer lo que hace el artista: desarrollar el hábito de acercarse al presente como una tarea, como un medio a ser analizado, discutido, tratado, para que pueda vislumbrarse el futuro con mayor claridad.”(McLuhan; Powers 1989)
En su texto “Leyes de los medios. La nueva ciencia”, McLuhan definió al Medio como todo aquello que ha sido creado por humanos. Estas leyes describen a esos medios en cuatro preguntas que se aplican al artefacto; en caso de que el objeto no responda a ellas no es producto humano y, por lo tanto, no es un medio.
1ra ley: EXTENSIÓN:¿Qué mejoró o intensificó? “Cada tecnología extiende o amplifica algún órgano o facultad del usuario”.
2da ley: CADUCIDAD:¿Qué volvió obsoleto, qué cambio? “Dado que hay un equilibrio en la sensibilidad, cuando un área de la experiencia se intensifica o eleva, otra queda disminuida o bloqueada”.
3ra ley: RECUPERACIÓN:¿Qué rescato de lo que estaba previamente obsoleto? “Todo medio recupera algo previamente obsoleto”.
4ta ley: REVERSIÓN:¿Qué produce o convierte cuando es forzoso al extremo? “Cada forma, llevada al límite de su potencial, invierte sus características y se transforma en algo nuevo”.
El ejemplo de ellas sería internet que, en el caso de la primera ley extiende la capacidad de almacenamiento, extiende la memoria. En relación a la segunda ley, la caducidad, internet caduca, extingue las cartas, los dvd´s ya que en internet cualquier persona puede mirar la película que desee sin alquilarla. Citando el mismo ejemplo, en la tercera ley, podemos acotar que internet “recupera” la lectura y el trabajo individual; y, para finalizar los ejemplos, en el caso de la última ley “la reversión”: internet revierte en un multimedio. Para finalizar, es necesario destacar que McLuhan fue un pionero de esta “revolución tecnológica”, aun siendo muy criticado postuló su teoría antes de que todo sucediera. Era paradójico.
Hoy, siglo XXI, los medios de comunicación y por sobre todo las grandes tecnologías, hacen circular la información a grandes velocidades. Ello nos permite abrir nuestras mentes y, no sólo saber y entender lo que está ocurriendo ahora, en este momento, sino comprender lo que vendrá, predecir el futuro. Como señaló McLuhan, los medios de comunicación no son sólo canales de comunicación, ellos no sólo suministran el contenido sino que también le dan forma al proceso de pensamiento. (Gascue Quiñones 2011: 83)
No sólo son importantes las tecnologías desde el punto de vista cognitivo, también es significativo comprender lo que significan para cada grupo social en sí, para cada cultura y para el uso cotidiano en cada uno de los individuos que formamos parte de esta “nueva era”.
BIBLIOGRAFÍA
Cátedra Epistemología de la Comunicación (2011) Cuaderno de Cátedra sobre Marshall McLuhan, Escuela de Comunicación Social, Rosario: Facultad de Ciencia Política y RRII-UNR.
Comba Silvana; Toledo Edgardo (2011) “McLuhan: cien años” en La Ventana del Diario Página 12, Buenos Aires, Argentina
Gascue Quiñones Álvaro (2011) Con los centros en todas partes: Reflexiones sobre el concepto de aldea global de Marshall McLuhan en El Dispositivo McLuhan: Recuperaciones y Derivaciones, UNR 2011. E-book http://es.scribd.com/doc/61095293/El-Dispositivo-McLuhan-Recuperaciones-y-Derivaciones
Marshall McLuhan (1973) McLuhan: caliente & frío, Buenos Aires, Editorial Sudamericana. (Título del original en inglés “McLuhan: hoy &cold”, 1767)
McLuhan Marshall; Powers B.R (1989) La aldea global Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI (2da edición. Barcelona, España 1993)
McLuhan Marshall; McLuhan Eric (1990) Leyes de los medios La nueva ciencia, Buenos Aires, Editorial Patria (Primera edición: 1988; Primera edición en español: 1990)
McLuhan Marshall (1969) Contraexplosión, Buenos Aires, Argentina, Editorial Paido(Título original en inglés: “Counterblast”)
Valdettaro Sandra (2011) “A modo de introducción: un romancesobre Marshall McLuhan” en El Dispositivo McLuhan: Recuperaciones y Derivaciones, UNR 2011 E-book http://es.scribd.com/doc/61095293/El-Dispositivo-McLuhan-Recuperaciones-y-Derivaciones
excelente articulo
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