Este sitio fue creado como herramienta y espacio de trabajo para alumnos de la materia Epistemología de la Comunicación de la Licenciatura en Comunicación Social de la UNR. En el mismo se pretende que los alumnos se apropien de los distintos recursos que provee la web para la realización de un trabajo especial sobre las jornadas McLuhan - Rosario 2011 - "Soy un investigador que arroja sondas....No explico, exploro..." -

viernes, 26 de agosto de 2011

“Facebook y los artefactos para contrarrestar la ausencia”

Fugitivos.

“For million of years mankind live just like the animals,
Then something happened which unleashed the power of the imagination
We learned to talk”
(Stephen Hawking)

“Why won’t you talk to me?
You never to talk to me
What are you thinking?
What are you feeling?”
(“Keep talking”. Pink Floyd)

Cuando el “fugitivo” comprendió trágicamente que su amada Faustine existía a través de una proyección, entendió finalmente que de alguna manera podría estar con ella eternamente sólo si él mismo se sometía a aquel proceso que había sido iniciado por Morel, aquel que lo había llevado a decirle a “los héroes del esnobismo”: “podría haberles dicho, al llegar: viviremos para la eternidad…” (Nota: dicho proceso consistía en filmar escenas de la vida cotidiana de un grupo determinado de personas a través de una maquina, que luego se repetirían infinitamente). Las visiones de Adolfo Bioy Casares en su recordado libro “La invención de Morel” introducen al lector rápidamente hacia el interrogante ¿hay algo que perdure?, eternidad y transitoriedad, y en el medio la fragilidad humana, mientras tanto en aquella isla perdida donde se sitúa la desdichada vida del “fugitivo” solo se repetían una y otra vez las imágenes de aquellas personas capturadas en el tiempo.

“Recuerdos. Usted esta hablando de recuerdos…” (Blade Runner)

Recuerdos. Como evocarlos será la pregunta a responder en un comienzo donde irrumpe la palabra, el lenguaje como “artefacto” primigenio en la estructuración del ser humano, “todos los artefactos del hombre son extensiones del cuerpo humano” dirá Mcluhan. Esa herramienta que permitió “desatar el poder de nuestra imaginación” según las palabras de Stephen Hawking, será merodeada por diferentes visiones, Alfredo Moffatt Psicólogo Social propone que “con las palabras surgen el recuerdo y la esperanza que están sostenidas por ellas”. Si el lenguaje deja de existir, deja de existir el tiempo. La cultura arma un espacio-tiempo: aquí-ahora-yo-vos” (Entrevista. Revista THC. Nro. 41. 2011).

La experiencia del tiempo congelado.

“Asimismo, no es imposible que toda ausencia sea, definitivamente, espacial…
En una parte o en otra estarán, sin duda, la imagen, el contacto, la voz, de los que ya no viven
(Nada se pierde…)”
(“la invención de Morel” Adolfo Bioy Casares).

Un sentido oculto se proyecta en imágenes, historias, genealogías familiares, otras laborales: “En el trabajo”, “Con amigos”, “Fotos del celular”, “Yo”, miradas, viajes que iluminan un perfil deseado/real o invención. En su desarrollo “Esa imago en la pantalla: las fotografías del perfil de Facebook como extensión/expresión del rostro”, Paula Drenkard, retoma a la imagen como lenguaje para hacer una relectura en clave mcluhaniana del sedimento de la interface /red social por excelencia.
Desde esta perspectiva, la imagen del perfil en Facebook se inscribe como “extensión del rostro, entendiendo que este es una construcción cultural y el espacio del cuerpo de mayor carga”. En este punto, el ensayo propuesto a través de “Esa imago en la pantalla…” ilumina uno de los aspectos menos abordados por Mcluhan, “lo social”, “la identidad como construcción” (con otros), aquello que define al ser humano como ser social”.



“Facebook status: “jamás te recuerdo, porque nunca te olvido” (Nacho Vegas citado por Moni), “otra vez esa mirada pero ahora yo también veía…” (Lucia), son enunciados lanzados como botellas al mar, “extensiones” que buscan destinatarios, o proyecciones (Nota: en “El resplandor” de Stephen King, un adolescente se “proyecta” al pasado para salvar a su familia, mientras que en la serie “Lost” Desmond David Hume se “proyecta” a través de su conciencia para tratar de cambiar el destino que le es revelado en flashes). “La maquina deshace al hombre” sentencia Mcluhan, casi como la imagen residual que advertía a los humanos sobre los peligros de apagar el televisor en la serie arcaica “Max Headroom”, o al modo de “Blade Runner” la construcción identitaria se da a través de “implantes”: “tal usuario es fanático de tal página y tiene determinados gustos X…”

La escena de una película (o el eterno interrogante: “¿el arte imita a la vida o la vida imita al arte?”.

“¡Lastima que ella no sobreviva…! Pero en definitiva…¿Quién sobrevive?”
(“Blade Runner” Citado por Baggiolini”)

La escena se desarrolla, Deckard sale lentamente de su letargo, su vida transcurre en medio de un supuesto futuro que alguna vez fue promisorio, y actualmente es solo un híbrido entre lo nuevo tecnológico y un pasado que se resiste al olvido, autos que sobrevuelan una ciudad semi destruida y superpoblada. Toma una fotografía y la mira detenidamente, se acerca a un monitor y a una computadora, introduce la foto y comienza el escaneo y exploración (escena de “Blade Runner”).
Así como Deckard, el usuario de Facebook se introduce en nuevas historias ( o quizás se deba decir “prosumer”, una suerte de “consumidor/productor” versión 2.0, según lo expuesto en las “Jornadas Mcluhan”), casi a la manera de “Blade Runner”, (en el film Deckard irrumpe en la fotografía, descubriendo objetos tecnología mediante, que una visión en dos dimensiones no podría captar), siguiendo esos pasos laberínticos, la interface Facebook refuerza una “mirada periférica”, y propone una fuga a otros perfiles. Aunque a la vez se banaliza el valor de la fotos/imagen del perfil/extensión por las que pasa el usuario de turno, o tal vez como lo diría Mcluhan a través de la presentación de Drenkard: “se vuelve obsoleto el valor aurático de las fotos del rostro”.
Nuevos laberintos que “recuperan” sentidos para determinados ojos (Nota Mcluhaniana: “la recuperación no es simplemente cosa de volver a traer lo antiguo de vuelta al escenario. Es necesaria cierta traducción o metamorfosis para colocarla en relación con el nuevo campo). Desde otra mirada se diría (retomando la entrevista al Psicólogo Social Alfredo Moffatt): “me di cuenta de que la realidad es imaginaria. Lo real es la subjetividad. El descubrimiento reafirmó en Moffatt la idea de que cada uno de nosotros esta metido dentro de una película (…), lo único que podemos hacer es construirle a esta película el mejor argumento posible (…)”.

Memorias/implantes/presencias.

“Todos los aparatos de contrarrestar ausencias son, pues, medios de alcance, antes de tener la fotografía o el disco hay que tomarla, o grabarlo”
(“La invención de Morel” Adolfo Bioy Casares).

¿Qué caduca, se recupera o revierte en esta extensión/interface Facebook? Extraños que pasan a ser familiares o de otra forma familiares que aparecen extraños, alguna vez se tildó al discurso mcluhaniano de “incompleto”, y quizás a pesar de eso aun hoy sus palabras sobreviven y se escapan, en cada uno de estos nuevos “artefactos” creados. Mcluhan sobrevive como aquel fugitivo de la “Invención de Morel”, o mejor dicho trata de sobrevivir como Deckard Y Rachael ( a pesar de la líneas finales de la película: “…en definitiva, ¿Quién sobrevive?”).

“Primero hice funcionar los receptores y proyectores para exposiciones aisladas. Puse flores, hojas, moscas. Tuve la emoción de verlas aparecer, reproducidas y las mismas. Después cometí la imprudencia. Puse la mano izquierda ante el receptor, abrí el proyector y apareció la mano, solamente la mano, haciendo los perezosos movimientos que había hecho cuando la grabé…”
(“La invención de Morel” Adolfo Bioy Casares)

Autores:
Virginia Suarez
Ezequiel Trotta
Gustavo Cueva.

Bibliografía:
.“Esa imago en la pantalla: las fotografías en el perfil de Facebook como extensión/expresión del rostro” Paula Drenkard. Jornadas Mcluhan.
. “La invención de Morel” Adolfo Bioy Casares. Alianza Editorial.
. “Humano, demasiado humano” Luis Baggiolini. Articulo aparecido en “La Capital”. Sábado 22 de octubre de 1994.
. “El chaman de los olvidados” entrevista a Alfredo Moffatt. Revista THC. Nro. 41. 2001.

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