Jornadas “100 años Marshall McLuhan"

Integrantes:

Campos Ratti, Rocío

Catera, Sofía

Comisión: Turno Mañana

"NUEVOS MEDIOS Y AUDIENCIAS"

Al hablar de Marshall McLuhan no nos podemos olvidar de su tan conocida frase, base de todo lo que él indaga: “No explico, exploro”.

Para él la comprensión requería siempre de un enfoque multidimensional. Con total libertad, sus escritos tienen una argumentación compleja y a su vez no se desarrollan linealmente a lo largo de sus publicaciones.

Llamado “Místico de la Aldea Electrónica” o “El más hippie entre los académicos y el más académico entre los hippies”, McLuhan nos ha dejado diferentes pensamientos para poder comprender la naturaleza de los nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación en la humanidad, una naturaleza donde se refleja que los medios pasan a ser esa misma naturaleza del hombre y no un mero puente entre el hombre y la misma.

Nosotros no pretendemos afirmar o ratificar su inclinación, sino más bien lo que buscamos es desarrollar los conocimientos aprendidos a partir de la experiencia en las Jornadas desarrolladas, lo que nos llevó a replantearnos los conocimientos adquiridos hasta el momento acerca de cómo vemos y cómo creemos que nos afecta el poderoso potencial de los medios. Justamente queremos preguntarnos ¿Quién le teme a Marshall McLuhan? Como él decía: “Soy un hemisferio derecho que habla a hemisferios izquierdos”.

La afirmación habla por sí sola.

No podemos pasar por alto el momento actual vivido tanto por nuestro país como por el mundo entero. Enunciando esto, nos vemos obligados a meternos de lleno en la teoría de la ALDEA GLOBAL o la GALAXIA GUTEMBERG en la cual McLuhan explica que el estilo de vida de las personas se vuelve similar a la de una aldea al transformarse debido a la velocidad de los medios de comunicación que permiten la constante interrelación entre las sociedades estableciendo una comunicación instantánea y directa. En este sentido, es cada vez más el espacio construido por los medios donde se reconstruye y destruye los procesos de la vida cotidiana sin dejar a ningún sujeto fuera. No se puede no estar conectado, las nuevas tecnologías permiten acentuar nuestras relaciones, siendo de esta manera sujetos interactivos como también, implicados y confundidos. Debido a esto, vemos que los efectos son nuevos ambientes tan imperceptibles como el agua para el pez, subliminales en su mayoría, según Marshal McLuhan.

En referencia a la exponencia de Stefanía Sahakian, podemos afirmar que nos convertimos en aquello que contemplamos, el protagonista de la novela se ha vuelto un axolotl más.

Haciendo una sutil diferencia entre el tan nombrado estudioso y el sociólogo P. Lazarsfeld, podemos destacar cómo éste último encontraba, a partir de sus primeros estudios, una mayor influencia por parte del contacto personal que por los medios de comunicación. En cambio, McLuhan daba más importancia a estos últimos, dando a entender el papel ganado por nuestras propias prolongaciones corporales, de nuestro sentido, de nuestra mente. Así, podemos ver que hay un cambio en el modo en que los medios nos van configurando, ya que según la hipótesis establecida por el autor las tecnologías producen el tipo de sociedad en que vivimos.

Otra de las cuestiones a tocar es la famosa y controvertida frase: “EL MEDIO ES EL MENSAJE”. Ahora bien, ¿Qué quiere decir esto? Y antes que nada, ¿Qué es el medio y qué es el mensaje? Seguramente, nos lo replanteamos ya que, en algún momento, consideramos que es la información del medio la que nos influye y no el medio en sí mismo.

Este visionario sostiene que CUALQUIER TECNOLOGÍA (todo medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Es decir, son entendidas como herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta es una extensión de nuestros pies y como la computadora una extensión de nuestro sistema nervioso. Son una especie de cobertura, de ambiente; cualquier tecnología crea un nuevo ambiente humano.

Es por eso que al considerar el medio como una extensión del cuerpo humano, no podemos limitarnos a pensar que el mensaje es simplemente contenido o información, ya que el MENSAJE es definido como todo cambio de escala, ritmo o letras que ese medio provoca en las sociedades. Claramente, el medio permite entonces, que tal sea el mensaje, que se de de esa manera y no de otra.

“MEDIUM IS MESSAGE”

“MEDIUM IS MASSAGE" (Poder de masaje cerebral de los medios)

“MEDIUM IS MASS AGE" (Era de la masa)

“MEDIUM IS MESS AGE" (Era de la confusión, el enredo)

Además, existe un principio fundamental sobre los medios a partir de que la INFORMACIÓN que transmiten, no se refiere a datos o conocimientos sino al modo en que nuestros sentidos responden o participan en dicho medio.

Específicamente, la televisión, un MEDIO FRÍO, supone una baja definición, menos información y más participación debido a que es muy poco lo que se da y mucho lo que el oyente tiene para completar; en contraposición a los MEDIOS CALIENTES.

Es así que vivimos inmersos en un mundo de tecnologías, en tiempos de cambios en los cuales debemos adaptarnos, nuestra propia cultura se adapta a la nueva. Desde el telégrafo, pasando por la radio, la televisión hasta llegar a la digitalización como también a Internet, comprendemos que se han ido revolucionando nuestras vidas, las sociedades y las formas de entender el mundo; dando lugar a nuevos lenguajes, nuevas formas de relacionarnos y ambientes comunicativos que requieren diversos desafíos.

Empezó como un pasatiempo de algunos, luego extendiéndose en todo el mundo, iniciándose como una simple consulta en los sitios Web hasta llegar a ser los mimos protagonistas de ese entorno, donde la Web es tan versátil que podemos utilizarla a nuestro gusto. A través de los blogs nos expresamos directamente, en YouTube compartimos nuestros videos y en MySpace, Facebook o Twitter ampliamos nuestras relaciones. ¿Hasta dónde llegaremos? Como decía Dominique Wolton: “Internet, ¿Y después qué?”.

Es una época, que como diría Walter Benjamin se atrofia el valor del aura. De una fotografía por ejemplo, se pueden hacer infinitas copias y de esta manera ya no tiene sentido preguntarse por la copia auténtica. Pero, aunque la obra puede ser reproducida, lo que no puede ser copiado es el momento preciso en que fue producida. Se pueden hacer todos tipo de copias, pero no se puede copiar su “aquí y ahora”, su autenticidad. “Del aura no hay copia” (Benjamin 1936: 12).

Así, se van perdiendo diferentes valores como la autenticidad y la singularidad en detrimento de otros como la fugacidad, lo transitorio y lo particular. No obstante, esto es también un reflejo de las nuevas formas de vida, en camino al progreso.

El hombre lenta o rápidamente, se ha convertido en el propio reflejo de los diferentes medios. Ya no es sólo la imagen televisiva, sino también su misma imagen, a tal punto de no poder llegar a reconocerse en la suya sino en aquel reflejo.

De esta manera, si pensamos que una rueda es una extensión de nuestros pies…Esta realidad virtual que estamos viviendo, ¿Es entonces una extensión de nosotros mismos? No pretendemos tomar posición alguna sobre el rol de los nuevos medios, sino de observar para comprender el mundo actual y estar preparados para el que vendrá.

Bibliografía

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Textos seleccionados por la cátedra de Epistemología de la Comunicación. Escuela de Comunicación Social. UNR

UBACyT, Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales – UBA. (2010) “Letra, Imagen, Sonido: La construcción mediática de la ciudad 5” Buenos Aires. José Luis Fernández.

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http://intermedios.geografias.org/wp-content/uploads/2008/09/mcluhancolladosampieri.pdf